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Leyenda: El Trailero Fantasma de la Rumorosa

Leyenda: El Trailero Fantasma de la Rumorosa

La carretera de “La Rumorosa” que va de Mexicali a Tijuana, es una de las más peligrosas del mundo, aunque a simple vista no lo parezca, una serie curvas entre barrancos y extrañas corrientes de aire, trabajan en conjunto con una pendiente muy pronunciada, le dan a este camino un numero desafortunado de accidentes en su historia.

Cuenta la leyenda que aquel desafortunado día, un trailero manejaba a toda velocidad rumbo a Mexicali, pues su esposa estaba a punto de dar a luz y quería llegar rápido a su casa, pero esta prisa fue su perdición, en una de tantas curvas perdió el control para estrellarse contra unas rocas. Como acto de buena suerte, el conductor no murió en el accidente, teniendo tiempo de bajar del tráiler, todo aturdido, se reviso el cuerpo para darse cuenta que estaba sin un rasguño. Después de sacudirse el susto se sentó a un lado de la carretera esperando que alguien que pasara pudiera ayudarlo. Tras el cansancio el hombre cayó dormido, al despertar ya era de noche, y decidió caminar, pues el clima es extremadamente frio en invierno.

Pensando que la salida estaba cerca, camino y camino por horas, pero para su asombro tanto avanzar solo lo llevó al mismo lugar del accidente. Tres días después el camión fue encontrado, pero sin señales del conductor. Hasta que un día, en la carretera ya mencionada, un hombre hacía señas para que alguien se detuviera, cuando por fin logro su cometido:

—Amigo, me llamo Francisco Vázquez y necesito con urgencia que mi mujer reciba un dinero porque va a tener un niño. Yo no puedo ir, mi trailer se descompuso y no lo puedo dejar aquí- Le dijo al alma caritativa que se detuvo en medio de la nada —sí, señor, con gusto se lo llevaré— contestó el joven -dígame dónde vive su señora- agregó. El hombre le entregó un papel con la dirección y el nombre de su esposa. El joven se despidió siguiendo su camino a Mexicali.

Al día siguiente, con su encargo el joven fue en busca de la señora, sin éxito, pues ella no vivía más en la dirección que le habían dado, como buen samaritano, hizo varios intentos, hasta que una anciana le indicó dónde podría encontrar a la señora. Este llegó al lugar y tocó a la puerta. — ¿Dígame joven? — Le preguntó la señora, — perdone, ¿aquí vive la esposa del señor francisco Vázquez? -,– soy yo –contestó ella — ¿qué se le ofrece?– —ayer en la carretera, su esposo me pidió que le trajera este dinero, porque se le descompuso el trailer…-, — ¡no puede ser! — Lo interrumpió la señora tapándose la boca— Mi marido murió hace cinco años-. Con las piernas temblorosas, el joven le dejó el dinero a la señora, que estaba hundida en llanto.

El joven llegó a su casa aun confundido por lo que había pasado, pero el susto le volvió al cerrar la puerta, pues el fantasma de Francisco Vázquez estaba parado en un rincón, para darle las gracias.

Cuenta la leyenda que este trailero fantasma se aparece a muchos pidiéndoles el mismo encargo, y después de tantos años, su esposa aún sigue recibiendo el dinero.

HISTORIA DE BRUJERÍA (version larga)




HISTORIA DE BRUJERÍA

Mi historia comienza hace algún tiempo, durante 4 años viví en un infierno, mi salud física y mental se vieron comprometidas por un extraño suceso el cual casi acaba con mi vida y en donde la brujería que, hasta en ese momento creí que solo eran cuentos, supe en carne propia lo real y peligroso que puede llegar a ser, este es un testimonio de lo que me sucedió.

Mi vida era tranquila, me había casado con un buen hombre, al principio nuestra vida comenzó siendo feliz, pero conforme pasaban las semanas yo empecé a enfermar, al principio de cosas comunes, gripes, fiebres, cansancios, los cuales veía normales, más sin embargo los padecimientos comenzaron a hacerse frecuentes y peores.

Los síntomas de mis enfermedades eran cada vez más raros, mis piernas se me debilitaban al grado de no poder dar un paso sin caerme, mi piel comenzó a secarse y ponerse obscura, perdía cabello de manera alarmante, al cabo de un año de enfermedades raras, bajé 25 kilos, poco a poco me estaba quedando en los huesos;

Visité a innumerables doctores y especialistas y cada uno me daba diferentes diagnósticos que resultaban ser errados, los medicamentos y tratamientos que me daban no funcionaban o solo atenuaban los síntomas que, para el colmo, regresaban con más fuerza.

Para hacer más preocupante el cuadro, en esa época y a pesar de los problemas, me embarazo, fueron los meses más tortuosos, a consecuencia de todo lo que me pasaba, fue de alto riesgo, estuve prácticamente entrando y saliendo del hospital durante ese periodo, aun así, tuve muchos problemas para lograrlo, pero por fin y a pesar de los pronósticos, di a luz a un par de gemelas, estaban sanas y sin mayores problemas, eso significó un alivio para mí y me llenó de esperanza.

Pasaron 40 días del alumbramiento y mi salud no mejoró, empeoraba más, comencé a tener problemas estomacales que me hacían vomitar y tener diarrea, lo más extraño es que vomitaba y defecaba, una especie de líquido negro y espeso que apestaba horriblemente, a raíz de eso adelgacé aún más.

Las cosas en mi casa también empezaron a volverse horribles, perdí mi empleo por no poder caminar, mi cuerpo estaba tan debilitado que ni siquiera podía cargar o darles de comer a mis hijas, aunado a eso mi esposo comenzó a tratarme mal, me insultaba, me hacía sentir culpable de lo que pasaba, me decía en muchas ocasiones que era una pobre mujer, que le daba asco, en cierta forma lo entendía, porque mi apariencia, de ser una mujer llena de vida, paso a ser de una piltrafa, huesos forrados en una piel seca y maloliente, con un rostro ojeroso y cadavérico sin mucho pelo, apestaba a orines, a vómito y a enfermedad.

La familia de mi esposo nunca se cansaba de insultarme y burlarse de mi apariencia ante la indiferencia de mi marido, quise matarme, quise acabar con mi vida muchas veces, pero mantenía la cordura por mis niñas, tomé una decisión que cambiaría mi destino, decidí marcharme de mi casa, abandonar a mi esposo e irme con mi familia.

Tenía el presentimiento de que moriría, esa sensación horrible de pensar que un día ya no despertaría me llenaba de mucho miedo, mis hermosas hijas se quedarían sin mí, decidí hacer un testamento y prepararme para lo peor, mi salud no mejoraba con nada y cada día estaba a un paso de la muerte.

Mi madre creyente de muchas cosas y platicando con amigos y familiares coinciden en que deberían llevarme con una “señora” a hacerme “limpias” yo sin nada que perder, acepte y me llevan con una que vivía en Santa Catarina, al entrar en su “consultorio” me vio y se sorprendió el estado en el que estaba, determinada nos dijo a mis papas y a mí, que no podía hacer nada, que si me ayudaba ella pondría en riesgo su vida.

Salimos de ahí y yo pensaba en sus palabras; mis papás no se desanimaron y me llevaron con otra recomendada por el rumbo de Cumbres, obtuvimos la misma respuesta, la señora alegó que mi mal estaba muy avanzado, que era víctima de una brujería bastante fuerte y que no podía hacer nada por mí.

Decepcionados y preocupados hasta la médula mis padres me llevan a la casa y me resigno a pensar que todo acabaría pronto.

Fue entonces que mi mamá recordó que le habían dicho de una bruja que vivía en un pueblo cercano a León, que había curado a una persona muy grave con mis mismos padecimientos y que ahora vivía felizmente, sin pensarlo decidimos ir a buscarla, solo sabíamos el nombre del pueblo, llegamos a León y sin conocer a nadie, empezamos a preguntar por esa señora, nuestra búsqueda dio frutos y llegamos a la casa de la señora.

Al entrar nos llevaron a un cuarto anexo en el fondo de la propiedad donde había unas 20 personas sentadas en bancas y sillas, al fondo había un gran altar que abarcaba toda la pared con decenas de niños Dios, un cuadro con la imagen del papa Juan Pablo II, imágenes de la virgen, de Cristos y de Indios, no sabíamos por quién preguntar o a quien dirigirnos y de pronto de entre la multitud salió una anciana de baja estatura, encorvada y con dificultad para caminar, al vernos puso un gesto de enojo y preguntó con una voz firme y severa.

-Ustedes, ¿Quiénes Son?

-Somos de Monterrey, venimos por ayuda para mi hija, está muy mala. -Contestó mi papá con cierta pena

Enseguida la viejecita se acercó a mí y me miró detenidamente.

-Sí, esta muchacha viene bien mala, ya está a días de morir, acuéstela aquí – le dijo a mi papá con cierta resignación.

Pasamos entre la gente y llegamos en medio de aquel cuarto ante la mirada curiosa de las personas que se congregaban en el lugar, me acostó sobre una mesa de madera y comenzó a “barrerme” con una escoba de hierbas frescas, todas las personas observaban lo que hacía, yo me sentía algo incomoda pero así era como esa señora “curaba” rodeada de sus “pacientes” según los dichos de las personas a las que preguntamos, esa anciana no cobraba las consultas y lo único que teníamos que hacer era dejar flores en su altar.

Mientras hacia su labor, todos sentimos como repentinamente sopló un aire helado, era extraño porque el cuarto no tenía ventanas y la puerta de acceso estaba cerrada, en cuanto aquella ventisca comenzó a hacerse más notoria, algunas personas se pararon de sus asientos y comenzaron a orar asustadas, otras se arrodillaron haciendo lo mismo.

Yo estaba nerviosa y mis padres tan solo observaban toda la escena también preocupados.

En ese instante sentí como si el tiempo se detuviera y la señora se paralizó viendo al techo, se sentó en una silla que tenía tras de sí, y se quedó como dormida con la cabeza caída sobre un hombro, una de las mujeres que estaba ahí, se paró y señaló a la anciana diciendo con una voz firme

-Ya bajó el espíritu.

-¿Cual espíritu? -Pregunté con miedo
-Pues, ¡La persona que te hizo la brujería! -contestó con coraje

En ese instante la señora se para de la silla, su cuerpo estaba rígido con las manos a los costados y extrañamente firme, y con la mirada al techo, poco a poco empezó a caminar por el cuarto, con pasos firmes y de una manera lenta, bajó la mirada, vio a su alrededor a todos y su mirada se detuvo en mí y en mis padres, enseguida puso un gesto de ira y sorpresa, con una voz profunda y escalofriante me gritó.

-¿Y tú qué haces aquí?

Se hizo un silencio sepulcral en el cuarto y todos nos quedamos viendo a la anciana que se acercó a mí y con todo el odio del mundo me vio y me dijo.

-¡Ya tenías que estar muerta puta!

En eso una señora que estaba ahí se para de su silla y pregunta con determinación

-¿Quién eres?-

-Jajajajaja, de pendeja te voy a decir. -Dijo la anciana con la voz grave y comenzó a reírse con una risa chillante y molesta.
Paro de reír y con una mirada de odio, vio mi mama y le dijo:

-Y tú, tenías que venir de metiche perra.

La señora que se había parado, la enfrentó, diciéndole que se fuera, que me dejara en paz, mientras la anciana poseída se carcajeaba cada vez más fuerte, con insultos horribles las señoras comenzaron a enfrentarla, una de ella le dijo que los indios vendrían por ella y la iban a castigar, en ese momento la cara de la anciana cambió y puso un gesto de preocupación y miedo, se arrodilló y suplicó que no, que no le hicieran nada.

Mi padre hasta ese momento no creía nada, pensaba que todo era una chapucería de las señoras, un teatro fingido para sacar dinero o mandarnos a otro lado, sin embargo su pensamiento y el de todos nosotros cambió cuando la anciana postrada en el piso, comenzó a llorar desconsoladamente, dijo algo que nos dejó sorprendidos y nos quitó la venda de los ojos

-¡Es que odio a esa maldita, esas malditas niñas y ella me quitaron lo que más quiero!, ¡A mi osito!

Era mi suegra, nos vimos todos al mismo tiempo con sorpresa, era ella, así le decía a mi esposo, “Osito”, y era algo que nadie pudo saber, porque nadie sabía de nuestra partida a León, ni siquiera nuestros nombres o de donde veníamos, mucho menos el apodo de mi esposo y que yo tenía hijas.

En eso la anciana se desmaya y cae en el piso agobiada, la gente la ayudó a reincorporarse y se dirigió a mí.

-Tu mal es muy grande, vas a tener que venir todos los días a hacerte unas limpias, por mes y medio, tenemos que desbaratar los males que cargas y alejar al acechador.

Ahí comenzó mi curación, cada sesión era distinta a las demás, ella me recorría con sus manos como sacudiéndome, me estiraba la piel y sentía como si despegaran pedazos de mí, no me dolía, pero sentía el jaloneo, en ese entonces pesaba un poco más de 30 kilos.

Mi rostro era completamente cadavérico con grandes ojeras y mis ojos hundidos, había perdido casi todo mi pelo, mi piel que era blanca se había tornado obscura, no podía caminar, al hacerlo mis piernas se doblaban, mi vagina estaba sin piel, al rojo vivo, cualquier rosón era ardor y dolor, no podía sentarme o estar mucho tiempo de pie, sangraba y no me cicatrizaba con nada.

Eso era algo que la señora no sabía, durante las sesiones cada que me había la limpia, me decía la magnitud del trabajo y el mal que me habían hecho, mi esposo tenia aversión por mí, porque habían enterrado un muñeco hecho de tela y cabellos míos, cerca de un perro que tenían amarrado y que cada que orinaba y defecaba toda esa pestilencia afectaba la relación con mi esposo, habían sacrificado y decapitado a un coyote, su cabeza cercenada la habían puesto sobre otro muñeco, toda la putrefacción había recaído sobre mí y eso afectada mi rostro, mis facciones y mi piel llena de pústulas, para verme horripilante;
Incluso no sé si fue la superstición, pero juraba que mis orejas se estaban estirando, la negrura de mi piel también reflejaba otro trabajo, en donde habían hecho otro fetiche de mí y lo habían asado en carbones curados para hacer brujería, todo lo anterior iba encaminado a que mi esposo me despreciara, sintiera asco y repulsión hacia mí.

El problema de mi vagina radicaba en el hecho de que en mi baño habían tirado otro trabajo, el cual poco a poco comenzó a despellejarme, cualquier contacto con la piel me ardía horriblemente, habían hecho otro muñeco con la intención de amarrar las piernas con alambre, de ahí la dolencia de mis piernas y la dificultad para caminar.

Lo peor fue cuando la anciana después de sobarme el estómago, empecé a devolver, en una cubeta saqué todo lo que tenía dentro, el atole negro apestoso que salía de mí, ocasionaba que tuviera espasmos terribles y vomitara con dolor, cuando por fin terminó aquello, la anciana acerca a mí la cubeta donde había devuelto y el horror me invadió cuando vi que entre el líquido negro espeso que había sacado, se movían renacuajos y pequeñas ranas que agonizaban entre aquella asquerosidad, por esta razón no podía comer o alimentarme bien.

Casi al finalizar el tratamiento, la anciana me pidió revisar a mis hijas para ver si no tenían algún mal, a una de ellas la hizo toser y comenzó sacar flemas, al revisar nos dimos cuenta que había cosas raras entre la mucosidad, eran pedazos de plástico, como de bolsas de supermercado, me preocupé porque desde que nacieron, ella en particular tenía problemas con sus bronquios y corazón, al llegar a Monterrey la revisaron y no encontraron nada, estaba sana.

Llegué a pesar 28 kilos, mi cuerpo era una triste evidencia de lo que me habían hecho, la piel pegada a los huesos, sin poder caminar bien o sostenerme por mucho tiempo, sin poder comer porque todo lo devolvía, eran espasmos violentos y dolorosos para tratar de vomitar algo inexistente.

Durante todo ese tiempo me internaron varias veces por neumonías, anemias, transfusiones y mi cuerpo resistió a pesar de estar en silla de ruedas durante casi un año, la intención de mi suegra no solo era enfermarme, era devastarme moralmente, destruirme por completo, no fue hasta junio de este año que comencé a recuperarme y después de hacer lo impensable.

Cuando regresamos de León, aún tenía problemas, el mal seguía ahí pero con menos intensidad, la anciana hizo lo que pudo para liberarme pero no fue suficiente, al llegar a Monterrey lo primero que hice fue llevar a mi hija a unos estudios para determinar que estuviera sana, afortunadamente no tenía mayores problemas, después las bautice; ya sabíamos quién era la que me causaba los males, después de haber traído el espíritu de mi suegra (aún viva) y evidenciar que era ella, comenzamos a atar cabos.

Cuando hui de mi casa, mi aun esposo había embarazado a su amante y se fueron a vivir a la casa donde vivía, se inició entonces otra batalla en contra de ellos, el divorcio, la custodia de mis hijas, me denunció por abandono de hogar y robo de menores, la mamá corrió con todos los gastos de las demandas y apoyaba la relación con esa mujer con la que me engañaba desde hacía mucho tiempo.

Sin embargo, gané todos los pleitos legales, y tengo la custodia de mis niñas, el paga pensión y las ve solo los fines de semana, aunque por mis niñas supe que solo va por ellas y las deja con la abuela.

Durante todo ese tiempo aún seguía con las enfermedades. Mi calvario no terminaba aún, seguí yendo con curanderos en la ciudad para poder tener protección a las brujerías, pero no se me quitaban del todo los padecimientos, a pesar de no poder retener ningún alimento mi estómago estaba abultado, inflamado como si estuviera embarazada.

Llevaba muchas terapias médicas, pero no mejoraba mi salud, por esos días una tía se casó y se fue a vivir a Mérida.

Fue durante el mes de Abril que me fui a visitarla, estando allá me comentó que me llevaría con un curandero para que me atendiera, un mes antes de eso, ella fue con ese hombre y llevó una foto mía para que la viera y determinara que tenía, dice que el hombre abrió los ojos y le dijo que estaba muy mal, me mandó unos frascos con un líquido azul obscuro, con esos líquidos tenía que darme unos baños durante un mes, antes de que visitara su consultorio, así lo hice, paso un mes y por fin me trasladé a Mérida.

El pueblo donde el curandero atendía estaba a una hora de Mérida, cuando llegamos había gente esperando, yo pasé de inmediato al llegar, antes de decirle algo, él me platicó cosas que solo yo sabía y no solo eso me hizo una terrible revelación.

El sabia de los trabajos que me habían hecho, sabía que era mi suegra, pero no solo eso, mi ex esposo la había ayudado con muchas cosas para destruirme, él conseguía los objetos y cosas mías para que mi suegra las trabajara; cabello, ropa interior, fotos, etc. lo más inquietante que me dijo es que aún no estaba muerta por qué les había faltado un ingrediente en los trabajos, sangre de mi periodo, me quede sorprendida por que tenía ya tres años de no tener la regla, eso quizás me salvo de un destino peor.

Fue entonces que un gramo de esperanza me alentó cuando me dijo que él podía quitarme todos los males que me habían hecho por completo y no a pedazos, sacarlo de raíz definitivamente, porque lo que traía en mi estómago me iba a matar por infecciones, peritonitis o estallamiento de vísceras.

Mi suegra había utilizado un tipo de magia negra de alto nivel, proveniente de cuba, santería, palo mayombe y cosas bastante siniestras, así que él debía utilizar ese tipo de brujería para destrancar todo lo que tenía, tardaría un poco en conseguir los ingredientes para hacerme velaciones, porque todo habría que pedirlo de cuba.

El me dio otros frascos con líquidos rojos intensos, con ellos debía bañarme por 30 días para poder soportar lo que me iba a hacer, regresé a Monterrey y comencé con el tratamiento, durante ese tiempo fue horrible, dolores intensos durante la madrugada, despertaba entre 2 y 3 de la mañana con espasmos, el pecho congelado y con dificultad para respirar, todos mis músculos atrofiados me dolían, quise abandonar, pero ya estaba determinada a liberarme, la lucha tenía que acabar o con mi vida o con la maldad que tenía, lo soporte todo.

No podía pedir ayuda o ir a un hospital por que tendría el mismo resultado, ningún padecimiento aparente, me mantuve con analgésicos, suplementos y proteínas liquidas para soportarlo, no podía comer, me era imposible.

Una semana antes de terminar con los baños, pude notar que traía un dolor abdominal terrible, era como un dolor de cesárea, sentía que la carne se me abría de esa parte, no le di mucha importancia porque todo el cuerpo me dolía de forma horrible.

Al terminar con los baños, me fui para Mérida, cuando llegué con el curandero, que me vio con sorpresa y me dijo que había pensado que no iba a regresar, que no lo soportaría, pero si ya estaba ahí, lo que seguía era lo último y seria menos doloroso, me dijo que fue difícil trabajar conmigo, que durante ese tiempo hizo velaciones pero que era riesgoso porque tenía mi intestino perforado de alguna forma, por toda la asquerosidad que tenía.

El de alguna forma me “opero” con algún tipo de fetiche que había hecho de mi para quitarme el mal, que por eso me había dolido el vientre, yo sorprendida de todo eso, le conteste que, en efecto, había sentido un dolor como lacerante como cuando te hacen una cesárea.

Me recostó sobre una cama y me hizo morder y babear una gasa, mi mama que me acompañaba me cortó un pedazo de cabello y enseguida hizo una bola de algodón con algún líquido y me lo paso por el vientre abajo del ombligo, después envolvió la gasa con el cabello en el algodón y la puso sobre de mí, de pronto sentí algo extraño, un dolor soportable pero punzante.

Algo como una punta fría me hizo un corte en el ombligo y sentí como algo escurría en mi piel, lo único que alcanzaba a ver eran sus manos envueltas en guantes de látex, haciendo algún tipo de incisión y manipulando el algodón, me dijo que respirara y sacara el aire 4 veces, mientras lo hacía sentía tirones en mi ombligo, sentía como algo se jalaba dentro de mi estómago, cuando comencé a sentir molestias, el hombre se apartó y me cubrió con algodón la herida, me sentó sobre la cama y me dijo

-Hemos terminado.

-¿Que salió? pregunte con ansiedad

El curandero acercó un bote de alcohol y en la mano tenía la bola de algodón con la gasa, tanto yo como mi mama miramos horrorizadas.

Tiro la bola al piso y le hecho mucho alcohol, después lo encendió, en el cuarto no había corrientes de aire por que estaba todo cerrado, y se hizo una gran llamarada, el fuego azul envolvió todo aquello, cuando comenzaba a extinguirse aquella bola de algodón con la gasa, se puso negra y de pronto comenzaron a salir cosas raras de él, eran como gusanos que salían frenéticamente de aquel calor, crecían y se retorcían agonizantes sobre el piso, mientras unos se quemaban los demás bailoteaban.

Entonces lo entendí, lo que salió de esa bola no fueron gusanos, eran serpientes, pequeñas, escamosas y se retorcían, no lo podíamos creer mi mama y yo, lo único que hice fue tomarles una foto con el celular y me quedé sin habla.

-Eso, era la brujería que traías, serpientes, era lo que te hacia vomitar y te hacia doler el esófago, ya no cabían y buscaban la salida, al subir por tu esófago ellas mismas se bloqueaban y se retorcían. -Dijo el curandero también sorprendido
De pronto me asaltaron unas ganas intensas de ir al baño, con ayuda de mi mama, entre al baño que había ahí y comencé a defecar, era algo asqueroso, lo que hice era una masa maloliente completamente blanca como la manteca, parecía que todo el horror que había pasado había salido por ahí.

Horas después sentí hambre, quería comer, quería comerme al mundo por el hambre, por primera vez en mucho tiempo comí y no devolví nada, eso me emocionó hasta las lágrimas, me sentí mejor.

Regresamos a Monterrey, a la semana comencé a reglar de nuevo, después de tres años no de hacerlo.

Fui con especialistas y después de exámenes determinaron que todo estaba bien, ni azúcar, ni anemia, nada, empecé a subir de peso, el reumatólogo que me atendía, me retiró muchos medicamentos y no se explicaba cómo había mejorado tan rápido, pero me felicitó, la fisioterapeuta está a punto de darme de alta, aun no me puedo parar sola de algunas sillas, pero ya puedo manejar, bajar escaleras, caminar un poco más rápido, las taquicardias desaparecieron y ya no me agito a realizar cualquier actividad.

Aún tengo un cabo suelto, desde abril que mi ex marido y su madre no me han visto, ellos creen que aún estoy mal y no tardo en morir, quiero que lo crean, el curandero me dijo que por el momento es mejor que no me vean.

La terrible realidad de lo que me pasó obedece a esto: Ambición; Yo tengo unos seguros cuantiosos, cuando recién empecé con mi ex marido, me di cuenta que mi suegra tenía otras intenciones, ahora también supe que mi ex también las tenía, apoyando a su mama.

Comencé a sospechar de algo cuando mi ex suegra se quedó con el acta de matrimonio y no quería dármela por diversos motivos, siendo más astuta que ella y apoyándome en su ambición, le comenté que la necesitaba porque tenía que poner a su hijo como beneficiario en uno de los seguros, en ese rato me la dio y mi esposo comenzó a preguntarme y a investigar cuando dinero era, eso me abrió un poco los ojos.

Aunado a eso la familia de él se quería quedar con la casa donde vivíamos, mi ex esposo la sacó estando soltero y tenían planeado vivir ahí, todos ellos, pero sus planes se arruinaron cuando salí embarazada, tuvimos que casarnos y eso puso furiosos a todos en su familia por haber truncado el deseo de vivir ahí.

Cuando me llevó a vivir a su casa, su familia me condicionó a que, si iba a vivir ahí, yo tenía que ampliar y amueblar la casa, porque su hijo había puesto la casa.

Ellos tenían la idea que también su hijo se había quedado sin dinero por comprar esa casa, así que yo tuve que correr con los gastos de la boda.

Mi vida llena de mezquindad, abuso y enfermedad comenzó en el momento que me casé con él y me fui a vivir a su casa.

A pesar de casarnos, el no dejó a la otra mujer, mi suegra apoyaba y cubría el engaño de su hijo cuando se ausentaba de la casa, ya no tenía intimidad con él, cuando estaba en la casa eran maltratos psicológicos por mi malestar y aspecto físico, mientras me consumía en vida, todos ellos me tenían en sus manos con abusos y maltratos, hasta que decidí huir de aquel infierno, refugiarme con mis padres y comenzar mi lucha para liberarme del mal que tenía impuesto, lo logré a pesar de todo sigo adelante, mi ex esposo sigue con su mujer y su hijo, sus padres viven con él.

Ellos no saben que estoy bien y no quiero que se enteren, tengo el temor de que vuelvan a atacarme, ellos esperan que muera, pero las batallas que he librado y ganado me han hecho aún más fuerte, que quede este testimonio para que la gente sepa que la brujería es real y que puede llegar a matarte.













Déjà vu



Hace algún tiempo, un amigo y yo decidimos realizar un pequeño viaje con el fin de descansar un poco de la universidad. Durante dos semanas nos quedaríamos en una casa de campo que se encontraba a unas 4 hs de viaje en coche.

Ya en el camino, Mientras iba en el coche, el paisaje comenzó a resultarme extrañamente familiar, mientras mi compañero de viaje seguía conduciendo, le dije:

-Nunca había estado aquí, pero creo que dos kilómetros más abajo hay una casa.-

Seguimos durante un kilómetro y medio y le dije a mi amigo que después de la próxima curva llegaríamos a una pequeña población situada muy cerca de la autopista. Le dije que la casa era blanca, de dos pisos, con escaleras en la entrada y un pequeño jardín con siniestros árboles. Tenía la impresión de que había vivido allí cuando tenía unos seis años y de que solía sentarme con mi abuelita en el porche de la entrada. Los recuerdos me abrumaban y podía recordar que estaba sentado en el columpio del porche mientras mi abuela me abrochaba las botas, cuando llegamos al pueblo, reconocí inmediatamente la casa, cerrada y ruinosa, pero todavía allí. aunque el columpio del porche ya no estaba.

Recorrimos el pueblo, y al llegar a una pequeña y ondulada colina me detuve y exclame:

- Ves esa gran cruz que sobresale entre las demás, Allí es donde me enterraron. -

POR FAVOR NO ME DEJEN SOLO


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Siempre, antes de entrar a cualquier lugar, lograba percibir la fuerza de alguien en el interior de éste. Era como un poder que había heredado de mi abuela. En mi casa siempre habían tres entidades: mi hermano, mi madre y mi perro, razón por la cual me encontraba tranquila con que no pasaría nada malo si entraba. Cierto día en la escuela, una de mis mejores amigas llegó toda asustada. Todas le preguntaron qué había pasado. Ella solo atinó a decir:

-Quisiera hablar en privado con ella- mientras me
sujetaba.

Me mostró su brazo lleno de moretones y arañazos. Me explicó que sus padres no estaban nunca en casa y que no tenía ningún hermano o hermana. Tampoco tenía mascotas. Que lo único que recordaba antes de tener eso, era que se iba a dormir y luego encontraba su brazo de esa forma. No parecía tener mucho sentido para ella, así que me pidió que por favor fuera a su casa para obtener razones concretas.

Como era una de las personas más cercanas a ella, acepté su propuesta. Iría a su casa para poner fin a eso. Me sentía confiada, pues tenía ese extraño don que me acompaña. Ya sentía la presencia de mi amiga desde hace una buen cantidad de años… no me sería difícil reconocerla. Al fin, quedamos para mañana.

Al día siguiente, me preparé para ir a su casa.

Ya estando ahí, me dispuse a analizar toda la casa por fuera. Podía claramente percibir la presencia de mi compañera que se supone… siempre estaba sola. Y digo esto porque, dentro de su vivienda, parecía encontrarse alguien más. Alguien que no era humano y que parecía no pertenecer a nuestro mundo. Me sentí asqueada y al mismo tiempo asustada, temiendo por mi amiga. No sabía qué hacer. Si le contaba a alguien, quedaría como loca. Muy pronto comprendí que era algo diabólico y que la dañaría sin piedad. No tenía oportunidades de hacer algo útil.

Así que, cobardemente, escapé.

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Hoy, en un titular de un periódico, he leído una noticia que dice:

“CHICA DE 14 AÑOS, MUERE CRUELMENTE ASESINADA. LA POLICÍA NO HA ENCONTRADO AÚN AL ASESINO.”

Ahora vivo con el miedo de que mi amiga venga a por mí cuando me encuentre sola.

MI ABUELA QUIERE REGRESAR


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Mi abuela quiere regresar

Hace muchos años, mi abuela paterna tenía un terrible cáncer que había terminado con ella. Primero su cerebro se fue apagando con una triste lentitud y su cuerpo estaba siendo carcomido por aquella terrible enfermedad; estaba muy mal y los pocos recuerdos fragmentados que me quedan de ella son su piel pálida, el olor a hospital y sus terribles quejidos de dolor.

Cuando mi abuela fue atacada por ese cáncer, mi mamá le visitaba a diario y se encargaba de cuidarla en el hospital. Lo hacía con gran dedicación y mucho cariño, sin embargo ella sabía que no había muchas esperanzas para mi abuela.

Un día ciertamente mi mamá decidió que no iría al hospital pues tenía otros asuntos que atender no eran tan importantes; pero necesitaba darse un descanso de tanta responsabilidad, sin embargo aquel día se levantó con un terrible presentimiento y con la sensación de estar siendo observada.

Prosiguió con su rutina diaria, y aquel presentimiento le atormentaba. Así que decidió darse un baño para aligerar el estrés; y cuando estaba dandose aquella ducha sintió un terrible escalofrío y de repente la pesada puerta de acero del patio se cerró. No era una ventisca, y tampoco era alguien más... ella estaba sola. Sabía que aquel suceso y ese terrible presentimiento, estaban relacionados de alguna manera y sin pensarlo dos veces dejo todos sus asuntos sin resolver y enfiló camino hacía el hospital.

En todo el camino, sentía que algo malo iba a pasar; y estaba segura de que la inevitable y desgarradora respuesta a todos esos sucesos extraños era la muerte que llegaba a pasos lentos. Mi madre llegó al hospital y la lúgubre expresión en el rostro de los doctores le confirmaban lo que ella más temía. "No queda mucho tiempo" dijo el doctor, incapaz de mirarla a los ojos. Mi madre llamó a mi papá y a mis tías; y todos acudieron al lugar tan frío y desolado tan pronto como pudieron. La sala se llenó de llantos incontrolables, hijos arrepentidos y del frío desolador de la muerte.

Mi madre tuvo la fuerza de ser ella quien estaría en los últimos momentos de vida de mi abuela, juntas rezaron un padre nuestro y mi mamá le dijo a la comprensión infantil de mi abuela que todo estaría bien, que estaría en un buen lugar... y mi abuela murió.

Cuando las máquinas iniciaron con su sinfonía presagiando lo peor, aquellos hijos ahora huérfanos de su madre entraron en la habitación con tristeza profunda y todos lloraban desconsoladamente.

Sin embargo esos momentos de tristeza fueron interrumpidos por el sonido de un celular, mi madre revisó su bolso y hubo dos cosas que le extrañaron en ese momento: alguien había cambiado la melodía de las llamadas y la persona que llamaba era mi abuela recién fallecida.

Sin embargo he de aclarar que el celular de mi abuela estaba guardado en algún lugar de esa habitación de hospital. Nadie lo tenía, sólo mi abuela sabía donde estaba.

Mi mamá estaba aterrada, y no se atrevió a contestar, el celular timbró otra vez más y se calló.

Esa noche todos fueron a quedarse a la casa de mi abuela, y una de mis tías lloraba inconsolablemente, llorando de desesperación; mi mamá trataba de calmarla y entonces las luces de la casa se fueron. Mi tía dejó de llorar aterrada y mi mamá nerviosa empezó a echarle la culpa, diciéndole que no dejaba en paz al espíritu de mi abuela.

El tiempo pasó, la casa de mi abuela se vendió porque las energías eran demasiado negativas y en cuanto mis tías se mudaron, lograron superar la depresión poco a poco, así como mi papá fue recuperándose de aquella lamentable pérdida, sin embargo ahí no acabaría la historia...

Tras aquel caos floreció una nueva ilusión. Mi mamá quedó embarazada, sentía miedo pues un año antes tuvo un aborto espontáneo a causa del estrés.

Sin embargo, decidió cuidarse y darle todo su amor a aquella nueva vida que estaba floreciendo en su vientre. Todo iba normal pero a los 5 meses de embarazo, empezó a tener pesadillas. Ella soñaba que estaba en la casa de mi abuela y allí estaba ella tan sana y llena de vida, mi mamá la saludaba con gran felicidad y mi abuela siempre le decía que se sentía muy bien donde estaba; pero siempre llegaba un punto en que mi abuela volvía a tener aquella apariencia que tenía antes de morir y le suplicaba a mi mamá que la dejará acercarse a su vientre para que cuando tocará a la bebé ella pudiera reencarnar, mi mamá no se lo permitía pues estaba segura que el frío de su cuerpo mataría a la bebé.

Y así eran todas las noches, mi mamá tenía esa pesadilla y se levantaba llorando asustada. Hasta que un día decidió ir al cementerio y pedirle a mi abuela que la dejará en paz, que más bien se fuera a descansar; y así aquella pesadilla fue cesando.

Mi mamá dice que nunca dejó que mi abuela le tocará el vientre, pero sin embargo cabe decir que el parecido entre mi abuela y mi hermana son similares, su altura, sus ojos y su forma de ser.

Probablemente todo es coincidencia, algo de la genética o tal vez mi abuela si hubiera logrado su cometido ¿Quién sabe?

NUNCA MAS ESTARÉ SOLO.... ESTE RELATO TE HARA LLORAR

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NUNCA MAS ESTARÉ SOLO

Un día 1 de noviembre de 1988, Julia fue al panteón a visitar la tumba de su padre, la arreglaba y la llenaba de flores. Siempre iba el día primero, porque no le gustaba q hubiera tanta gente, en fin, ese día se sentó en una gran piedra que estaba a un costado de la tumba, casi no había gente, así que se puso a platicar con su padre, de repente detrás de ella estaba un niño como de 8 años.

A ella se le hizo extraño, porque el niño estaba solo y ella le preguntó que hacía ahí, que donde estaban sus padres. El pequeño contestó, que no sabía. -Me dejaron aquí y me siento muy solo, nadie viene a verme ya hace mas de 10 años y sigo solo- cuando ella escucho eso se levanto en seco y un tanto titubeante y con los ojos saltados le preguntó -¿De donde vienes?-

Él con su dedo apuntaba hacia una tumba vieja, y muy descuidada. Julia quiso correr y gritar pero estaba paralizada, no se podía mover, se acercó lentamente a esa tumba y decía el nombre de Pedrito Elizondo, 1968-1976, el niño le dijo: -Yo me llamo Pedrito, ¿Y tú?-

Ella no le contestó, espero un poco para asimilarlo, después de un rato ella pensó a lo mejor necesita ayuda para poder descansar, así que le dijo -¿Que es lo que quieres? y él le contestó -Quiero ver a mi mamá-.

Ella me trataba mal pero no era mala, el hombre con el que se juntó, él si era malo, me lastimaba y me golpeaba. Pero mi madre nunca me creyó, cuando se lo decía no me creía, ella trabajaba todo el tiempo, siempre me dejaba solo con él. Cuando llegaba a casa y me encontraba golpeado, él le mentía, le decía que me había caído jugando o de la bicicleta y ella le creía.

Yo lloraba mucho, desde los cinco años me empezó a maltratar, tanto que a los ocho ya no sentía los golpes o las cosas que él me hacía, un buen día tome un veneno que mamá guardaba para los insectos que había en casa y como no había nadie la oscuridad llegó.

-¡Pobre niño!- exclamó Julia, -¿Y tu mamá donde está?- Pedrito le dijo donde vivían y con detalle lo que había cerca de su casa. -No sé si todavía viva ahí, pero me gustaría verla de nuevo. ¿Me puedes ayudar para volverla a ver?- le dijo el niño, a lo q ella contestó -No te prometo nada pero lo voy a intentar-.

El niño sonrió y desapareció, ella arregló un poco la tumba de aquel niño y le puso algunas flores que había llevado para su padre y salió de ahí. Ya en su carro, no dejaba de pensar en aquel niño, pobre criatura como le pudieron hacer eso se preguntaba, se le vino a la mente la sonrisa de aquel niño y quiso intentar buscar a su madre. Fue a la dirección que le dijo el niño, encontró una casa vieja que parecía deshabitada pero no lo estaba.

Julia bajo de su coche tocó la puerta, le abrió una señora muy descuidada y le dijo -Disculpe, ¿Usted conoce a Pedrito Elizondo?- la mujer al escuchar ese nombre se soltó en llanto y le dijo a Julia -Si, era mi hijo, hoy cumpliría 20 años, falleció a los ocho ¿Y usted como supo que aquí vivía, Julia le dijo ¿Podemos sentarnos para platicarle?- En eso se escucharon unos gritos de un hombre ebrio, insultándola y queriéndo golpearla, Julia como pudo la defendió y la saco de ahí, la subió a su coche y se fueron, se detuvo cerca del panteón en un parque y ahí se sentaron a platicar, Julia le contó lo que pasó ese día en el panteón a lo cual la señora no creía.

Julia le relato todo lo que ese hombre le hacia a su hijo y cuando llegaba a su casa y el niño estaba golpeado. Aquella mujer se soltó en llanto de nuevo. Julia le preguntó porque nunca visitó la tumba de su hijo a lo que ella contestó. -Ese hombre no me dejaba salir, ya ni a trabajar, me tenía encerrada, me golpeaba, hasta ahora que llegó usted, cuando murió mi hijo, él se puso agresivo conmigo, me lastimaba, me usaba, me golpeaba fue cuando entendí que mi hijo decía la verdad pero ya era demasiado tarde.

El estaba muerto por mi culpa por no creerle, Señora, le dijo Julia. -Su hijo está triste, se siente sólo y quiere verla para poder descansar en paz. Vamos, estamos cerca del panteón, la señora dijo, -Necesito pedirle perdón a mi hijo-.

Llegaron al panteón se acercaron a aquella tumba, y ella comenzó a llorar y pedir perdón a gritos a su hijo, ella le decía -Perdoname por no creerte, perdoname por haber metido a un monstruo en nuestra familia-. Julia la vio tan arrepentida que la dejó sola y salió a comprar unas flores para que ella arreglara la tumba del pequeño. No tardo ni 20 minutos en volver, vio a la señora recostada medio cuerpo sobre aquella tumba, pero sin un solo ruido, ni un sollozo, nada. Julia se acercó, le habló pero ella no contestaba, su cabello cubría su cara.

Julia insistía, -¿Se encuentra bien?- levantó su cabello y su rostro tenia una sonrisa. La mujer yacía muerta sobre la tumba de su hijo. Julia no supo que pasó en esos 20min. que salió y ya no quiso saber más, reportó el hallazgo a los vigilantes y ellos se encargaron del resto.

Julia salía de ahí, como cuando una ráfaga de viento al silbar, le susurraron al oído -¡Gracias, nunca más estaré solo!- y Julia salió de ahí.

Los siguientes años y en la fecha que visita el panteón, no a vuelto a verlo, solo deja un ramo de flores en su tumba, ya con su madre en ella. Al poner las flores se suelta una ventisca, ella sabe que es Pedrito, que se encuentra feliz, a lado de su madre.

LAS BRUJAS EXISTEN

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Hace 25 años yo no creía mucho hasta que una noche ....
Hasta que una noche tube una experiencia que me dejó marcado resulta que en ese tiempo tenía poco más de un año de casado y un bebé como de siete meses muy tranquilo por las noches sólo despertaba una ves para tomar su biberón 

pero esa ocacion estuvo muy inquieto a partir de las 12 de la noche lloraba y lloraba y le dije a mi esposa traelo de su cuna para arrullarlo aquí y así fue lo acostamos en medio pero continuaba llorando como si mirara algo o algo lo inquietará así estuvo como tres horas más hasta que por un momento se tranquilizó y casi al instante nos quedamos dormidos pero con un sueño muy extraño muy pesado como un cansancio que nos dejaba casi inertes , y de pronto empese a soñar con una extraña mujer vieja de cabello largo caniento sucio con una cara horrible con los ojos llenos de venas rojas la boca arrugada sentí un coraje muy grande contra de ella xq sentía que sus intenciones eran hacerme daño que quieres... le gritaba en mis sueños

Largate aquí no hay nada bete casi podía sentir que me retorcía de la ansiedad xq sabía que quería mantenerme dormido ya que no podía despertar ,solo miraba el horrible rostro de la anciana su boca llena de arrugas imitando burlona moviendo la cabeza todo lo que le decía, en mi desespero comense a escuchar una voz, la voz de una mujer que gritaba como muy lejos muuuy lejos casi no distinguía lo que decía pero era algo así como despiertenseeee despierteeeen y fue entonces que mi esposa se levantó como un resorte despertándome a mi también que pasa ...le dije y cuando buscamos al niño no estaba junto de nosotros.... estaba a nuestros pies a la orilla de la cama cabe señalar que mi esposa siempre los abrigaba bien con lo que se conoce como mamelucos pero este lo tenía todo desabrochado lo bueno fue que nos despertó el grito de esa mujer pero que creen??? la voz de esa mujer era de la hermana de mi esposa ...mi cuñada fallecida cinco años atrás.
Fin

EL PERRO GUARDIAN.

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EL PERRO GUARDIAN.

Mi perro era buen amigo, lo tenia desdé mis 4 años de edad y prácticamente crecíamos juntos. Nunca nos alejabamos y siempre le decia que seriamos amigos hasta después de muertos... Cuando cumplía mis 17 años de edad. Jony lamentablemente fallecio de causa naturales... Decidimos enterrarlo en el patio trasero y hacerle una lapida en su honor. Recuerdo que siempre le gustaba lamber mis pies o mi cara para despertarme y avisarme algo o salir a jugar. Él era muy guardian conmigo.

Muchas noches extrañe eso... Cierta vez me quede solo en mi casa, eran alrededor de las 00:00hs y me destinaba a ir a acostarme, el clima estaba bastante feo y por obvia razones decidi llevar una linterna a mi cuerpo por si sé cortaba la luz. Esa noche dormia tranquilamente, la lluvia era muy fuerte y sentia que alguien trataba de abrir la puerta... Eso no me importo porque pensaba que eran mis padres. Pero lo extraño es que cerraron la puerta a golpe y mis padres nunca hacen eso, a la mañana siguiente desperte y note que desde mi cuarto hacia el pasillo habian marcas de patas (si de patas).

Sali apresurado pensando que mis padres compraron un perro, pero ellos aún no llegaron... Un vecino se acerco a mi casa pregunto si me encontraba bien, si los ladrones me hicieron algo. A lo que respondi "¿Cuáles ladrones?".
Mi vecino dijo que a las tres de las mañana entraron forzando la puerta, pero que huyeron desesperados cuando mi perro los empezo a correr por toda la cuadra. Mi unica respuesta fue "Pero si mi perro esta muerto"....

LA ZONA DEL SILENCIO: VORTEX EXTRATERRESTRE

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LA ZONA DEL SILENCIO: Vortex Extraterrestre? Las radios y relojes no pueden funcionar aquí

-El área situada en el paralelo 27 norte conecta el Triángulo de las Bermudas, las Pirámides de Giza y el Himalaya. Ni siquiera los científicos pueden explicar las numerosas anomalías que ocurren allí.
La región se conoce como ‘La zona del silencio’, un área misteriosa en nuestro planeta donde los relojes se detienen y las radios no funcionan correctamente.

Situado en el paralelo 27 norte, el desierto conocido como ‘La Zona del Silencio’ es uno de los lugares más anómalos de la Tierra, allí, nada parece funcionar adecuadamente y los científicos que han estudiado el área, siguen desconcertados, ya que no pueden proporcionar respuestas a los muchos enigmas que envuelven la región.

Este páramo “extraterrestre” que se encuentra a 2000 metros sobre el nivel del mar, es mucho más misterioso de lo que puedes imaginar. La Zona del Silencio coincide misteriosamente con el paralelo que conecta el enigmático Triángulo de las Bermudas, el Himalaya y las Pirámides de Giza en Egipto.

Allí, en medio de la nada, un misterioso obelisco de hierro de casi tres metros de altura, se yergue solo, apuntando hacia la misteriosa “coincidencia” de la región que se encuentra en la misma línea, conectando otros lugares anómalos y las pirámides de Egipto.

La Zona del Silencio ha sido visitada en el pasado por muchos científicos de diferentes disciplinas, todos los cuales han encontrado que allí hay cosas que no pueden explicarse racionalmente.

En algunas áreas de la Zona de silencio, los relojes no funcionan, la brújula no apunta hacia el norte sino que da vueltas descontrolada y las radios, en pocas palabras, no funcionan.

El nombre no se le dio a la zona debido a su falta de sonido, el nombre ‘Zona de silencio’ refiere al fenómeno por el cual las ondas de radio no se pueden propagar correctamente.

Para comunicarse por radio, uno debe tener mucha suerte o encontrarse en cierta parte específica de la región y aun así la comunicación no dura mucho.

A pesar de que el área es considerada como un punto de acceso paranormal, hay gente que realmente vive allí.
Hay varias casas en la Zona de Silencio separadas entre sí por distancias muy grandes. Lo que es aún más misterioso es el hecho de que las piedras de las casas no contienen hierro ni ningún otro material metálico, pero son de naturaleza magnética y atraen imanes.

Algunos creen que estos misteriosos sucesos se deben a la alta concentración de hierro en el área. En el pasado distante, esta área estuvo sumergida bajo el agua y además una gran cantidad de meteoritos se estrellaron en la zona. Hoy, la zona de silencio es considerada como uno de los lugares más misteriosos del planeta.

Tecnología Extraterrestre?
El fenómeno fue investigado por expertos de la ciudad de Torreón. Según los investigadores, estas anomalías son causadas por la existencia de un cono magnético que causa la ionización en la atmósfera lo que a su vez bloquea la transmisión de radio.

Desde el siglo XIX, ha habido numerosos informes de meteoritos que se estrellan en el área. Luces misteriosas han sido reportadas tanto por turistas como por lugareños que creen que estas luces son en realidad vehículos de seres de otro mundo quienes poseen bases subterráneas en el área. Incluso varios escépticos admiten haber visto luces, afirmando que se trata de un fenómeno común en el área.

¿Es solo una coincidencia que la Zona de Silencio se encuentre exactamente en la misma “línea” que las Pirámides de Giza y el Triángulo de las Bermudas? ¿Y es posible que esto pruebe la existencia de vórtices ‘Extraterrestres’ en nuestro planeta? Zonas extrañas en nuestra tierra donde ocurren fenómenos inexplicables a diario.

HISTORIAS DE UN HOSPITAL PSIQUIÁTRICO


Las historias del hospital psiquiátrico son relatos ficticios.

La mayoría de estos están basados en casos de la vida real.

CASO 43: “Volviendo a morir”

Nombre: Eliot Smith

Edad: 19 años

Fecha de entrada: 04/11/2004

Diagnóstico: Sin especificar.

La doctora Susan estaba en camino para el patio central en donde los pacientes descansaban, tomaban aire e incluso jugaban algunos juegos de mesa con los demás. En un rincón estaba el chico a quién buscaba; estaba aislado de los demás y su mirada estaba fija hacia una hoja de su cuaderno en la cual estaba dibujando a los demás pacientes a su alrededor.

-¿Te gusta dibujar?- Dijo Susan mientras se acercaba al chico

-No mucho, a veces lo hago para distraerme. Hoy me levanté queriendo dibujar a todas estas personas.-Respondió Eliot

-Pareces un buen chico

-Eso no es lo que creen los demás. Yo no hice tal cosa…

-Si tú no lo hiciste, ¿Quién pudo ser?

-Puedo ser muy listo pero no soy un investigador…

-Puedes demostrar tu inocencia si aportas todas las pruebas y contándonos que fue lo que pasó esa noche. Te prometo que te ayudaré

-Usted no parece ser como todos esos investigadores, parece de fiar. Usted puede ayudarme.

-Entonces ¿qué fue lo que pasó esa noche?

-Tal y como dice el reporte, mis amigos y yo salimos a acampar. Subimos lo que más pudimos de la colina hasta que el cansancio y la oscuridad hicieron que nos detuviéramos. –“Este es un buen lugar” Dijo Dennis. Armamos la carpa y antes de entrar noté que me había llegado un mensaje de WhatsApp, aunque mi teléfono no tenía señal. Me pareció demasiado extraño pero aun así lo abrí. Era una foto de mi amiga Emma, su cabeza estaba en el suelo, en un suelo de madera; parecía que estuviese muerta. Al lado estaban unas botas muy similares a las que yo traía ese día. Eran iguales. Lo misterioso era que el mensaje no tenía ni hora ni fecha. Tampoco conocía el número…

Cuando les mostré las fotos a mis amigos ellos simplemente se enfurecieron conmigo, creyeron que la había editado y que les estaba jugando una pesada broma. Segundos después, comenzaron a caer algunos rayos así que decidimos movernos hasta una casa que estaba cerca. Pensé que aún estaba ocupada pero Dennis mencionó que hacía mucho tiempo que estaba abandonada, así que era segura. Esa noche dormí muy mal por el frío y las incomodidades del suelo. Además estaba muy desconcertado con aquella foto…

Cuando me desperté a la mañana siguiente me di cuenta que mis amigos no estaban por ninguna parte. Pensé que se habían ido sin mí ya que aún estaban enfadados conmigo por lo de la foto. Me di cuenta que ellos nunca llegaron a sus casas. Días después y como usted sabrá los cuerpos de mis dos amigas y de mi amigo Dennis fueron encontrados por partes en varios sitios de la colina. El principal sospechoso de sus muertes era yo. Cuando la policía revisó mi teléfono encontró la foto y me acusaron del presunto asesino. Yo no tomé esa foto, yo no asesiné a mis amigos…

-Entiendo, estaré en contacto contigo para avisarte de las pruebas que encuentre la policía. Gracias por confiar en mí para contarme lo que pasó. -Dijo Susan mientras se ponía de pie para marcharse.

Tres días después el cuerpo de Eliot fue encontrado muerto en su cuarto del hospital. Las sabanas de su cama habían servido como soga para que acabase con su vida.

Entre las evidencias que la policía encontró en la casa de la colina; se halló una vieja fotografía en donde aparecían los antiguos dueños de tal casa. En esta se mostraba además un cuerpo colgando de un árbol. El cuerpo tenía una manta blanca y después de algunas modificaciones a computadora se descubrió que el rostro del cuerpo era muy similar al de Eliot.

El caso no termina aquí, al inspeccionar el cuarto donde murió Eliot; se descubrió que en uno de sus dibujos estaba dibujada una mujer de lentes y de pelo corto, facciones que encajaban perfectamente con el perfil de Susan. El dibujo estaba un poco quemado ya que Eliot acostumbraba fumar a escondidas de las enfermeras así que mientras dibujaba pudo haber quemado la hoja accidentalmente. 3 semanas después la doctora Susan murió cruelmente mientras un incendio consumía su casa.

El caso sigue abierto y aún se desconoce el propietario de aquél extraño número de teléfono y de quién pudo asesinar a los tres chicos.